lunes, 4 de febrero de 2013

Capítulo 9 - MI HÉROE-



*NARRA MARÍA*
Un tímido rayito de sol se coló por mi ventana a la mañana siguiente despertándome. Me dolía muchísimo la cabeza, acababa de ser consciente de que anoche me pasé con el alcohol.
No me acordaba como había llegado hasta allí pero estaba con la ropa de la discoteca aún.
Poco a poco empecé a acordarme de todo pero estaba todo borroso y confuso. Me acordaba de Patri bailando con un chico muy mono y riéndose mucho. Luego me vio lo perjudicada que iba y le dio al chico un beso en la mejilla como despedida y vino hacía mí.
A partir de ahí todo estaba borroso. Supongo que ella me traería a casa.
            Me metí en la ducha para despejarme un poco y me vestí. Me sentía muy Hollister así que    me puse esto:






Me pinté la ralla y me puse mi diadema azul a juego con los pantalones.
Bajé a ver si veía a Patri para saludarla pero en vez de ella había una nota encima de la mesa de la cocina donde ponía que estaba haciendo la compra que volvería a la hora de comer.
En el mismo papel escribí que yo también me iba por si ella regresaba mas pronto y no me veía pero también volvería a la hora de comer, solo iba a ir a dar un paseo.
Cogí las llaves y el móvil con los cascos y salí a caminar. Puse la lista aleatoria y empezó a sonar Mine de Taylor Swift.
Estuve un rato y llegué a una calle que estaba muy concurrida. Unos 100 metros más adelante estaba el Starbucks y me apetecía un Frapuchinno así que me dirigí hacía allí. Cuando estaba solo a 30 metros un hombre que corría en dirección contraria chocó contra mí y casi me tira al suelo.
 El siguió a lo suyo sin inmutarse pero yo perdí el equilibrio y al no tener nada a lo que agarrarme me caí. Ya me veía en el suelo cuando un par de brazos me sujetaron de la cintura impidiéndome caer.
Levanté la cabeza para ver quién me había salvado de caer en mitad de la calle donde habría causado un ridículo enorme.
Levanté lentamente la mirada para toparme con dos preciosos ojos verdes, propiedad del chico que ahora mismo me tenía pegada a su cuerpo como consecuencia del tirón que había dado para evitar que me cayese.
Lo más correcto hubiese sido que, una vez que consiguiese recobrar la postura y el equilibrio, me hubiese separado de aquel chico, pero no lo hice. Me quedé pegada a su cuerpo mientras le miraba a los ojos. Eran preciosos. Eran de esos ojos que te dan ganas de quedarte mirando y no parar nunca.
Me quedé allí, perdida en sus ojos y recostada contra su pecho. Estábamos muy cerca, tanto que casi podía escuchar el latido de su corazón, tan cerca que podía sentir su acompasada respiración, tanto que podía disfrutar de su olor que se me pegaba a la ropa y se introducía por cada poro de mi piel, causándome un escalofrío que recorrió desde lo alto de mi nuca hasta el final de mi columna.
El seguía con sus manos en mi cintura y sus ojos clavados en los míos. Pasaríamos unos 30 segundos en esa postura pero se me hicieron años no por insoportables si no porque se me paró el tiempo en sus brazos.
Después de esos segundos tan maravillosos que no quería que por nada del mundo se acabasen me retiré de su cuerpo un poco avergonzada.
-          Muchísimas gracias
-          No hay por qué darlas, no iba a dejar que te cayeses al suelo. La gentes es que hay veces que no mira
-          Ya – dije aún un poco embobada por su preciosa y profunda voz. Me disponía a preguntar el nombre de mi héroe pero se me adelantó.
-          Aún no se tu nombre – dijo mirando alternativamente al suelo y a mis ojos
-          María pero puedes llamarme Mery si lo prefieres – dije algo sonrojada.
-          Yo me llamo Harry – dijo con una enorme sonrisa. No me había fijado hasta ahora por que no había sonreído pero al hacerlo me di cuenta de que se le formaban dos preciosos hoyuelos dándole una imagen inocente y adorable.- y ha sido un placer salvarte de caer al suelo Mery. – dijo sonriendo. Acto seguido hizo ademán de irse pero mi cuerpo se adelanto a mi cerebro y mientras se giraba para seguir su camino le cogí del brazo.
-           Espera, no te vayas – no sé porque lo había hecho pero en ese momento sentía la necesidad de que se quedase – deja que te invite a un café, al fin y al cabo me has salvado.
-          Está bien, siempre que, después del café me des tu número – dijo con una sonrisa pícara haciendo que apareciesen otra vez esos preciosos hoyuelos y clavando sus preciosos ojos esmeralda en los míos.
-          No sé yo – dije sonriendo para seguirle el juego.
-          Venga al fin y al cabo soy tu héroe, me lo debes. – dijo haciéndose el interesante.
-          Tanto como héroe no sé yo pero me lo pienso mientras nos tomamos el café.
-          Me vale.
Y entramos riéndonos al Starbucks en el que solo hace unos minutos pensaba entrar sola.
Pedimos un Frapuchinno de chocolate para cada uno y nos subimos a una de las mesas de la planta de arriba.
Estuvimos hablando un buen rato sobre nosotros y decidí darle mi número. Era un chico muy gracioso y simpático y muy, muy guapo. Tenía unos ojazos verdes de infarto y sus perfectos labios estaban adornados con dos hoyuelos que se le formaban con cada una de sus sonrisas pero me llamo mucho la atención su pelo, lo tenía castaño y rizado pero sin ningún peinado aparente ya que cada dos por tres se lo alborotaba para después colocarse ladeado el flequillo.
Pasamos unas dos horas entre risas. Me contó que vivía cerca de casa con un chico más o menos de su edad que se llamaba Louis. Me contó que tenía una hermana mayor que él, Gemma y que sus padres estaban separados.
Su madre se llama Anne y se había vuelto a casar. Su padrastro se llama Mike y su padre Robin. Es de Holmes Chapel, un pueblecito de Cheshire y que le encantan los gatos.
También le conté un poco de mi, que tengo una hermana que se llama Alejandra y un hermano que se llama Adrián. Que soy española y que me mudé a Londres por que España me agobiaba.
Nos contamos un montón de cosas y nos reímos de muchísimas más pero perdí la noción del tiempo. Al rato me empezó a sonar el móvil a todo volumen con la canción de teenage dream de Katy Perry.
Salí escopetada a cogerlo pero se cortó. A los 30 segundos me llegó un SMS de Patri:
“tu, loca, ¿se puede saber dónde te metes? Se supone que venías a comer. Yo te mato”
Ni siquiera me había dado cuenta de la hora que era pero era tardísimo así que le mande otro mensaje:
“lo siento se me ha ido la hora, ahora te explico en casa. KISSES”
Volví a donde estaba Harry.
-          Lo siento Harry pero tengo que marcharme, se me ha ido el santo al cielo y no me he dado cuenta de la hora. Me tengo que ir.
-          Vale no te preocupes pero tenemos una conversación a medias.
-          Si no te preocupes ya hablamos durante la semana.
-          Vale ya me quedo más tranquilo.- me acercó a él demasiado y me dio dos besos. Me quedé un poco colapsada pero reaccioné rápido y se los devolví.
Fui caminando a casa porque no estaba muy lejos pero me podía imaginar la bronca de Patri cuando llegase.
Por el camino me llegó un SMS y me asombré al ver el nombre de Harry relucir en la pantalla. Se me aceleró en corazón mientras lo abría. Creo que este chico me estaba empezando a gustar pero era un poco raro porque solo le conocía desde hace unas horas cuando impidió que me cayese. Abrí el mensaje y ponía:

“¿ya me echas de menos? Espero que sí. Es imposible no echarme de menos. ¿Tienes algo que hacer mañana? Harry.”

A lo que le contesté:
“que creído eres ricitos, no tengo nada que hacer ¿por? Mery.”

A los dos segundos recibí otro suyo:
“porque te vas a poner guapa y te vas a venir conmigo”

“¿y si no quiero?”

“pues le mando esta foto a todo el mundo” era una foto mía en la que salía con nata por parte de los labios y la nariz y estaba mirándome la nariz con los ojos bizcos.

“vale ¿qué tengo que hacer ricitos?”

“prepárate una bolsa con ropa para cambiarte y un bikini. Paso a buscarte a las 5 no te retrases”

Llegué a casa y nos pusimos a comer después de la bronca por no llamar si me iba a retrasar. Le conté a Patri todo lo de Harry incluso lo de que habíamos quedado al día siguiente. Por la tarde estuvimos viendo una peli y hablando de nuestros respectivos días.
 No pude sacarme a Harry de la cabeza en toda la tarde. Su olor, sus ojos, sus hoyuelos, su sonrisa…
Lo que no sabía es que después de la del día siguiente iba a ser incluso más difícil sacarle de mi cabeza.

4 comentarios:

  1. aiiisss esque me encanta pero ahora tienes que subir el siguiente que me tienes intrigadisimaaa

    ResponderEliminar
  2. jajjajajjaj ya sabia que te iba a encantar. tu harry es perfecto verdad??
    te recuero que la proxima vez me pongas el nombre al final del comentario pero por favor ponme quien eres mery!!!
    eres mi super mery. sigue leyendo
    KISSES

    ResponderEliminar
  3. Hagsyagsjduhshdjdid me encanta *_____*
    Voy leyrndo en el meetro asi que no me enrollo mucho.
    SIGUIENTE!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ME ENCANTAS DE VERDAD!!! no me puedo creer que tu que tienes tanto exito con tu blog estes leyendo el mio!!! eres genial eres mi meta, mi idolo.
      sigue leyendo.
      KISSES

      Eliminar