jueves, 31 de enero de 2013

Capítulo 5 -COMPAÑEROS DE PISO-



*NARRA PATRI*
Volvía casa cuando empezó a sonar mi móvil
*CONVERSACION TELEFONICA*
- ¿Si?
- ¿Patri? Mira es que he leído el anuncio del alquiler de habitaciones y me interesa, ¿te importa que pase a echarle un vistazo al piso?
- No pásate cuando quieras voy a estar allí todo el día.
- vale pues me paso mañana a eso de las 6 de la tarde ¿vale?
- vale, adiós hasta mañana
* FIN DE LA COMBERSACIÓN TELEFÓNICA*
La verdad es que entre el rato que había pasado con Louis y el paseo se me había hecho de noche cerrada por que cuando habíamos llegado a Londres estaba empezando a anochecer y entre la visita a Louis y la caminata hasta casa se me habían hecho las 12 de la noche.
Llegue a casa y me  puse mi pijama de hello kitty se que puede parecer infantil pero era con el que mejor dormía porque era fresquito y para el verano estaba muy bien.


Me puse el pijama y baje a la cocina a por un vaso de leche pero caí en la cuenta de que tenía que ir a comprar asi que me subí a mi habitación, me metí en la cama y me dormí.
Como ya era costumbre en mi me desperté a mitad de la noche llorando pues había vuelto a tener la misma pesadilla que se repetía una y otra vez en mi cabeza. Prefería olvidarlo cuanto antes así que intente recuperar el sueño cuanto antes y esta vez el sueño fue diferente.
Todo estaba oscuro y empezaba a correr por un pasillo sin final.
Volví a despertar pero ya era por la mañana, la luz entraba por la ventana de mi habitación. Me senté en la cama y la misma sensación que ya había tenido anteriormente me abordó de nuevo. Me sentía sola. Para no quedarme mucho tiempo dándole a la cabeza me metí en la ducha y me vestí con la misma ropa con la que había ido el día anterior a casa de Louis.
Cuando pase la camiseta por encima de mi cabeza mi di cuenta de que aún conservaba su olor y eso me hizo sonreír.
Cogí las llaves el móvil y algo de dinero y baje a comprar al supermercado que tenía cerca de casa. Compre todo lo que necesitaba y algunas chuches y me subí a casa.
Con la tontería de comprar todo lo que necesitaba se me fue el santo al cielo y se me hizo la hora de comer así que me hice unos macarrones con tomate y después de recoger y fregar me puse a ver una película que echaban por la tele pero no la terminé de ver porque me que dormida.
Me desperté con el estridente sonido del timbre a sí que supuse que sería la chica de ayer para ver el piso abrí la puerta pero no me encontré solo con una chica.
-         Hola, ¿eres Patri? – me pregunto una chica morena con el pelo recogido en una coleta. Era alta y muy guapa y la verdad es que se la veía simpática.
-         Si soy yo venís por lo del piso ¿no?
-         Si yo me llamo María y el es Adrián, mi hermano – dijo señalando al chico que la acompañaba. El era más bajito que ella y tenía el pelo más oscuro, sus ojos eran de un verde azulado muy bonito, me llamaron la atención.
-         Pasad pasad – les indiqué – ¿queréis ver el piso primero o os puedo hacer algunas preguntas?
-         Si no te parece mal primero vemos el piso y luego ya hablamos – dijo ella, parecía muy madura y muy segura de sí misma aun que se notaba que no era más mayor que yo.
Les enseñé el piso y parece que les gusto por lo menos a María ya que Adrián no había abierto la boca. Terminé de enseñarles la casa y nos sentamos en el sofá a hablar.
-          En principio sería para venirme yo a vivir, el solo está aquí para no quedare solo aun que se que lo habría preferido, la verdad es que el piso me ha encantado y me quiero quedar. ¿Cuándo podría trasladarme?
-          ¿te parece bien esta tarde?
-          Por mi encantada, esta tarde traigo todas mis cosas, me instalo y te pago el primer mes ¿vale?
-          Por mi estupendo. Hasta dentro de un ratito cuando por fin pueda llamarte compañera de piso – dije tendiéndola la mano.
-          Hasta esta tarde –dijo acercando su mano a la mía pero en vez d estrechármela tiró de ella y me abrazó- pero en vez de compañeras de piso mejor amigas.
-          Vale – dije con una gran sonrisa. Me despedí de ellos y le preparé la habitación rosa.
A la hora o asi volvió a sonar el timbre y apareció María con su preciosa sonrisa y 3 maletas en la que parecía que llevaba una casa entera. La ayudé a descargar la maletas nos pusimos el pijama y pedimos unas pizzas por qué no nos apetecía cocinar. Estuvimos hablando y descubrí que María también era madrileña pero tenía una casa en Londres por lo que conocía a mucha gente aquí  y decidió venirse a vivir. Su hermano se había quedado con la casa y ella prefería alquilar una habitación que aguantarle.
Era súper simpática y me cayó muy bien. Tenía manías como yo, una de ellas era parecida a una mía no soportaba que la llamasen María por que la hacía sentir mayor a sí que la llamaban Mery. Estuvimos mucho rato hablando y después nos fuimos a dormir.
Había sido un día redondo hasta que llego la noche y volvieron las pesadillas.

miércoles, 30 de enero de 2013

Capítulo 4 -QUE CAMBIAZO-



*NARRA PATRI*
Me abrió la puerta un chico al que reconocí al instante era el mismo que me había acompañado pero a la vez no era el mismo. Yo le recordaba guapo pero no tanto, la verdad es que tampoco le había visto muy bien la cara ya que la llevaba cubierta entre el gorro y las gafas.
Me había abierto la puerta un poco sofocado, se le notaba que había oído el timbre y había salido corriendo de la piscina, suponía eso porque había abierto en bañador y con el pelo castaño chorreando que a la vez le chorreaba por el perfecto torso definido.
Me debí quedar embobada mirando su cuerpo por que empezó hacer gestos raros y bajé de la nube, me di cuenta que llevaba hablando me un rato y yo estaba empanada. “Empezamos bien Patri” pensé.
-          ¿estás bien? – oí que me preguntaba
-          Si perdona es que no sé que me ha pasado – me puse colorada y el debió notarlo por que empezó a reír - ¿eres Louis verdad?-intente cambiar de tema lo antes posible para disimular.
-          Si soy yo – dijo con una sonrisa que hizo que perdiese la noción del tiempo.-  tú eres Patricia ¿verdad?
-          Solo Patri – dije sonriéndole
-          Tienes un nombre bonito, pero pasa no te quedes ahí.- dijo abriendo un poco la puerta para que pasase y haciéndose a un lado para dejarme pasar.
-          No si yo solo venía a darte la mochila, me iba a dar una vuelta. – dije tendiéndole la mochila para que la cogiese.
-          No seas tonta pasa y así hablamos un rato que estoy solo y me aburro – iba a contestarle que no quería ser una molestia que me iba pero debió leer mi mente por qué no me dejó ni empezar – venga mujer solo un ratito, no acepto un no por respuesta. De alguna manera tendré que agradecerte lo de la mochila a demás hace mucho calor como para ir ahora a dar una vuelta.
-          Vale pero no me quedo mucho que tengo cosas que hacer.
Pasé y la verdad es que tenía una casa preciosa un poco grande para el solo pero lógicamente no vivía solo, lo había dado a entender con la frase de “estoy solo” como si normalmente no lo estuviese.
Me condujo hasta un salón muy bonito en el cual le entregué la mochila.
-          Muchas gracias por lo de la mochila enserio- dijo retirándose el mojado flequillo de la cara – ponte cómoda que bajo en un momentito voy a cambiarme.
Se alejó y no pude evitar seguirlo con la mirada. La verdad es que en avión me había parecido mono pero era realmente guapo. Volvió a los pocos minutos con un bañador seco y una camiseta cosa que agradecí porque si llega a estar sin camiseta se me habrían ido los ojos y me hubiese muerto de la vergüenza.
-          ¿quieres tomar algo?-  me dijo con esa sonrisa con la que me había recibido. Tenía una sonrisa realmente bonita.
-          No gracias
-          Tu misma. Tú no eres de aquí ¿verdad? – negué con la cabeza – déjame adivinar de dónde eres – se quedo un segundo callado y cerró los ojos como si estuviese meditando – ¡eres española!- gritó de repente.
-          ¿Tanto se me nota?- pregunté sonrojándome otra vez
-          Un poquito en el acento pero yo lo sabía porque en el avión te vi con un libro escrito en español.- sonreí.
  *NARRA LOUIS*
Sonrío mostrando una preciosa sonrisa. La verdad es que no la recordaba así del avión pero claro lo poco que la había visto estaba dormida, aun así me había parecido adorable con su media melenita castaña y su flequillo despeinado.
Iba vestida diferente y estaba realmente guapa, pensé que no podía ser la misma chica que en avión me había parecido mona, esta era guapa incluso me atrevería a decir que sexy. Entre sus ojos castaños y esa sonrisa tan bonita me estaba quedado embobado así que decidí seguir dándola conversación
-          ¿Y que hace una española en Londres?
-          Huir – le cambió la expresión del rostro y se le borró la sonrisa – necesitaba un cambio de aires y huir de un pasado que dejé en Madrid.
-          Huy pues si buscabas un cambio de aires estas en el lugar perfecto aquí el aire cambia mucho.- conseguí que volviese a sonreír pero por poco tiempo.
-          Lo siento Louis pero me tengo que marchar he recordado que tengo que hacer una cosa que no puedo esperar- dijo y se levantó dirigiéndose a la puerta.
-          ¿tan pronto?
-          Si lo siento – se me acerco y me dio dos besos y por un momento se me paro el mundo solo existíamos ella y yo, olía muy bien y tenía el pelo muy suave.
-          ¿te voy a volver a ver?
-          No sé, el destino es caprichoso – dijo con una sonrisa pícara antes de cerrar la puerta a sus espaldas y dejarme más descolocado de lo que ya estaba.
*NARRA PATRI*
No tenía ni idea de por qué le había dicho eso cuando le podía haber dado mi número de teléfono. Era un chico simpático y bastante guapo eso no se podía negar pero así la cosa se quedaba más interesante.
Louis, que bien sonaba su nombre, igual de bien que olía. Sabía que ese nombre, esa sonrisa y ese olor se me iba a quedar marcado pero lo que no sabía es que no iban a pasar ni 3 días antes de que nos volviésemos a ver.

martes, 29 de enero de 2013

Capítulo 3 - AL FIN EN LONDRES -



*NARRA PATRI*
Al salir del avión me di cuenta de que todo se había quedado atrás, mi familia, mis amigos, mis recuerdos…  Por un momento me sentí sola y me agobié pero me acorde de los consejos de María, una de mis amigas españolas y respiré profundamente. Conseguí tranquilizarme y salí del aeropuerto para coger un taxi.
Me subí al taxi y en un perfecto inglés, que me había costado 16 años perfeccionar, le di al taxista la dirección de mi nuevo piso que habían alquilado mis padres. Ellos iban a pagar el alquiler mensual de mi piso pero yo tendría que mantenerme así que tendría que buscar trabajo o alquilar alguna habitación ya que, aun que mis padres no me habían dejado ver las fotos del piso, me dijeron que tenía 3 dormitorios.
Cuando llegue a mi destino le pague la carrera al taxista y baje para dirigirme hacia mi edificio. Tenía aspecto de moderno y amplio por fuera pero ya veríamos como era. Subí hasta el 3º andando cargada con la maleta y la bolsa y la mochila del chico del avión que tenía pensado investigar más tarde para ver si podía hallar alguna dirección a la que ir para devolvérsela. Había ascensor pero a mi esos bichos no me habían gustado nada porque yo siempre había sido un poquito claustrofóbica.
Cuando metí la llave en la cerradura no me lo podía creer, me encontraba ante un salón precioso con un gran ventanal desde el que había unas vistas preciosas de todo Londres.


La cocina era súper amplia con una islita en medio, una mesa de cristal y una cristalera desde la que se podían ver las escaleras que daban a las habitaciones. 


Había 2 habitaciones, cada cual más bonita que la anterior y muy grandes por lo que no dude en que alquilaría una.

El baño era precioso con una ducha empotrada y espaciosa.



Aquello más que un piso para una adolescente parecía un palacio asi que me senté una la mesa de la cocina y me puse a redactar con mi ordenador un anuncio de alquiler de habitaciones que en un rato bajaría a imprimir.
Cuando termine de escribir el anuncio subí a elegir habitación y me quede con la roja y blanca. Comencé a deshacer mi pequeña maleta y a guardar las cosas en el armario cuando caí en la cuenta de que todavía tenía la mochila del chico.
Baje las escaleras y la abrí. Dentro había una agenda, un móvil, barritas y de chocolate, un libro que reconocí enseguida como la biografía de David Beckham y algunas cosas más. Abrí la agenda y dentro ponía un nombre Louis Tomlinson, una dirección, un número de teléfono (probablemente el mismo que había dentro de la mochila) y más datos personales, entre los cuales había lo que parecía un teléfono de casa así que cogí mi móvil y llamé.
*CONVERSACIÓN TELEFÓNICA*
- ¿si?- contestó una voz masculina aun que dulce al otro lado del teléfono.
- hola, eres Louis Tomlinson

- si soy yo ¿Quién me busca?- volvió a contestar el chico, se le escuchaba nervioso o preocupado, posiblemente por la pérdida de la mochila.
- soy Patri, es posible que te hayas sentado a mi lado en el avión y hayas perdido o olvidado una mochila allí.
- oh ¿la tienes tu? Muchísimas gracias de verdad creí que la había perdido y llevo cosas importantes dentro.
- si al salir del avión la vi y pensé que podría ser tuya así que la cogí para devolvértela pero ya te habías marchado. No vives muy lejos de mi asi que ahora iba a ir a devolvértela.
- a vale muchísimas gracias. Te veo en un ratito. Gracias de verdad.- se le notaba contento y más relajado después de saber k no había perdido la mochila.
- de nada. Hasta ahora.
* FIN DE LA CONVERSACIÓN TELEFÓNICA*
Me duché y cambié de ropa, me puse algo cómodo pero no muy informal, al fin y al cabo el chico era muy guapo aun que yo no quería nada con él, ni con él ni con ningún chico, lo de Jorge todavía estaba muy reciente.


Me puse esto:

Cogí la mochila de Louis, mis llaves, mi móvil, algo de dinero y los carteles de alquilar el piso que ya había bajado a imprimir y me dirigí a casa de Louis. Por el camino fui pegando los carteles y al final llegué a su casa. Llamé al timbre pero no contestaba nadie así que insistí pero como nadie me abría decidí irme. Empecé a bajar los escalones y cuando ya iba casi por el último se abrió la puerta, me giré y…