domingo, 31 de marzo de 2013

Capítulo 39 - ESTA NOCHE, PÁSALA CONMIGO -



 Amores hoy pongo una advertencia antes del capítulo y al final el de siempre pero tenía que avisaros. Este es el capítulo en el que es posible que lo paseís un poquito mal. Por lo menod a mi me toco llorar escribiendolo. No os entretengo más que seguro que no os importa mucho lo que yo diga así que espero que disfruteis y me contesteís que os parece el capi.
Besos y nos vemos al final del capítulo. :P

--------------------------------------------------------------------------------------------------
*NARRA LOUIS*
Después de las promesas que los dos pensábamos cumplir aun que sabíamos que a lo mejor no era posible, entrelazamos nuestros dedos y nos perdimos en la oscuridad de la playa.
Nos sentamos a la orilla del mar. Ella estaba entre mis piernas apoyada sobre mi pecho mientras yo tenía las manos apoyadas tras mi espalda sobre la arena.
No nos hacía falta decir nada porque el silencio que se había formado entre nosotros no era para nada un silencio incomodo.
Ella me acariciaba la pierna mientras yo la susurraba al oído la letra de sus canciones favoritas.
Al rato nos tumbamos sobre la arena y ella se tumbó a mi lado reposando su cabeza en mi hombro mientras la rodeaba con mi brazo y la acariciaba el pelo dulcemente.
Se nos paró el mundo y perdimos la noción del tiempo. A ninguno de los dos nos importaba la hora que fuese, solo queríamos estar juntos.
-       No quiero que esto se acabe nunca – dijo Patri en una voz casi inaudible.
-       Yo tampoco – dije mirando el cielo.
Ante nosotros se abría un manto de estrellas precioso que nos recogía y nos refugiaba.
-       Louis no quiero dormirme, le tengo miedo a despertar. – dijo con la voz temblorosa.
-       No tienes porque, cuando te despiertes voy a estar en la cabaña de enfrente – dije intentando hacerla despreocuparse.
-       Quédate conmigo – dijo de repente.
-       ¿Qué? – dije aún sin comprenderlo.
-       Así si me despierto estarás a mi lado. – dijo incorporándose y mirándome muy fijamente con sus ojos pardos que, por culpa de la oscuridad, estaban de un color marrón chocolate muy seductor.
-       Como quieras – dije sonriéndola.
-       Pues vamos a la cabaña que tengo sueño. – dijo levantándose y agarrando mi mano.
-       Vale pero espera que tengo que subir a por las llaves y a por tu guitarra. – dije.
-       No te preocupes, me voy poniendo el pijama. – dijo sonriente dándome un beso y después alejándose entre las sombras de la noche.
Subí a los acantilados y allí todavía seguían de fiesta. Todos seguían demasiado serenos ya que Liam les tenía restringido el consumo de alcohol.
-       Liam dame las llaves que voy a coger el pijama – dije dirigiéndome a el que estaba hablando y riendo con Nicki.
-       ¿No duermes en la cabaña? – preguntó extrañado.
-       No, duermo con Patri y antes de que digas nada, si, solo a dormir. – dije evitando comentarios de todo tipo.
-       Vale, vale toma – dijo tendiéndome el llavero de la cabaña.
-       Hasta mañana Louis y no te preocupes les digo a estas locas que entres in hacer ruido luego para no despertaros – dijo Nicki muy sonriente, que chica más atenta y simpática.
-       Gracias, buenas noches – dije sonriéndole.
-       Espera Lou que me bajo contigo – dijo Niall.
-       Vale – dije mientras bajábamos por el caminito que bajaba a donde las cabañas. - ¿Qué te pasa?
-       A mi nada – dijo el rubio mirando al suelo.
-       Es por Irene ¿verdad?
-       ¿Por qué ella iba a ser por ella, no somos nada?- dijo a la defensiva.
-       Vale, vale tranquilo Niall pero que sepas que es que te conozco como si fuese mi hermano y solo te pones así por una chica. ¿te gusta?
-       No sé, puede ser, estoy muy liado – dijo parándose y sentándose en una roca mientras ponía sus manos sobre su frente.
-       ¿Qué ha pasado? – pregunté parándome a su lado.
-       Hace dos horas la ha llamado un tal Alex, un “amigo” suyo de Madrid y me asusta que sea su novio o que pueda sentir algo por alguien que no sea yo.
-       Niall, te entiendo pero a lo mejor solo es su amigo, no lo sabes. Yo que tu hablaría primero con ella porque nunca sabes que puede pasar. – le dije poniéndole una mano en el hombro.
-       Puede que tengas razón, voy a hablar con ella y a solucionarlo todo. Gracias colega – dijo Niall sonriendo.
-       De nada pero date vida que me está esperando Patri, quiere que duerma con ella.
-       Muy bien pillín – dijo Niall dándome unos golpecitos cariñosos en la espalda.
-       Jope, que pesados estáis todos, solo vamos a dormir – dije ya un poco nervioso.
-       Vale, vale no te pongas nervioso, corre y ve a por el pijama. Deja la puerta abierta que ahora voy yo a cerrarla pon las llaves encima de mi cama y ya está. – dijo sonriendo.
-       Gracias rubio, nos vemos mañana.
-       Suerte – escuché que gritaba mientras salía corriendo y entraba en la cabaña de los chicos.
Cogí el pantalón de chándal que utilizaba para dormir y deje las llaves encima de la cama de Niall.
Salí de la cabaña y llamé a la puerta de la cabaña de las chicas. Esperé hasta que me abrió una Patri en pijama. Incluso para irse a dormir estaba guapa. Se había hecho una trenza de lado y la goma que se había puesto tenía un pequeño lazo rosa a juego con el resto del pijama.


-       Hola Lou – dijo ella frotándose los ojos, se la notaba cansada.
-       Hola pink panther – dije riendo - te gusta el rosa ¿verdad?
-       Si – dijo sonriendo – pasa, el baño esta a la derecha y mi habitación es la del final del pasillo a la derecha, cámbiate y te espero allí.
-       Vale. – dije dándola un beso y entrando en el baño.
Me desnudé y me puse el pantalón del pijama dejando mi torso al aire.
Salí del baño y la vi allí, detrás de la encimera de la pequeña cocina bebiendo a morro de una botella de batido de chocolate.
-       ¿Quieres? – dijo ofreciéndome batido.
-       Si, dame un traguito – dije cogiendo el bote y bebiendo a morro igual que ella.
-       Jajajajaj que torpe eres, te has manchado – dijo riendo – ven que te lo quito.
Con un suave beso en los labios recogió el chocolate que se había quedado en mi labio superior.
-       Venga vamos a dormir que tengo un sueño que me caigo. – dijo al separarse dándome la mano y guiándome hasta su dormitorio.
Nos tumbamos en la cama y nos empezamos a besar lentamente y más tarde nos abrazamos.  Ella se dio la vuelta y yo rodee su cintura con mis brazos, haciendo pequeños circulitos sobre su vientre a modo de caricia.
-       Duérmete tranquila que en cuanto te despiertes lo primero que vas va a ser mi cara de dormido y mis pelos de loco – dije haciéndola reír.
-       No te vas a ir ¿verdad?
-       Que no tranquila que de aquí no me muevo.
-       Buenas noches Lou.
-       Buenas noches princesa.
Y así, abrazado a ella la escuche dormirse. Su acompasada respiración me meció y poco a poco me sumí en un profundo sueño del que solo despertaría para seguir viviendo en aquel paraíso en el que me encontraba estando a su lado.
No era la primera noche que dormía con una chica, pero si fue la mejor porque era la primera noche en la que dormía con una de la que estaba realmente enamorado y aunque era la primera, no fue la última.
*NARRA NIALL*
Louis tenía razón, tenía que enfrentarme a lo que sentía por Irene y tenía que resolver mis dudas acerca de ese tal Alex que tan nervioso me estaba poniendo.
Fui a la cabaña pero Louis ya se había ido, cogí las llaves y salí a dar una vuelta.
Estuve caminando por la playa y vi unas rocas desde las que se veía perfectamente todo el océano. Decidí subirme a ellas para ver todo la inmensidad del mar. Era una cosa que me había gustado desde pequeño así que subí como pude, escalando entre las rocas.
Cuando llegué arriba me sorprendió la escena que vi allí. Resulta que no estaba solo y la persona que más y menos me apetecía ver al mismo tiempo estaba allí.
Estaba de espaldas a mí pero podría distinguir su figura en cualquier sitio.
Me acerqué lentamente y la oí llorar.
-       Irene, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras?
-       Alex… ha… - dijo entrecortadamente por las lágrimas.
Se acercó a mí y me abrazó muy fuerte, escondiendo su rostro entre mis brazos.
-       Tranquilízate y después me cuentas que ha pasado – dije acariciándola el pelo suavemente con dulzura y con cariño.
Conseguí que se tranquilizase un poco y después empezó a contarme lo que había pasado, todo desde el principio.
-       Cuando íbamos al instituto conocí a un chico que iba a la misma clase que yo, se llamaba Alex y desde el principio nos caímos muy bien. Siempre tuvimos muchas broncas pero llegamos a ser mejores amigos incluso ahora que cado uno vivía en un país diferente manteníamos el contacto.
Su sueño, sede siempre había sido ser futbolista, y lo consiguió. Cuando estábamos en tercero entró en la cantera del atlético de Madrid y cumplió su sueño y yo cumplí el mío de venir a Londres a vivir y antes de que me marchase hicimos una promesa. Le prometí que le iría a ver a algún partido de futbol pero no voy a poder cumplir esa promesa.
Hacía ya varias semanas que no hablábamos y me había empezado a preocupar por qué no me cogía el teléfono así que le mandé un mensaje a su hermana para que me llamara.
Esta noche cuando nos estábamos cambiando de ropa me ha llamado por teléfono y me ha estado contado que lo estaban pasando muy mal pero no me ha dicho por qué. Cuando le he preguntado por que Alex no me cogía el teléfono se ha derrumbado y se ha puesto a llorar.
Hace dos semanas Alex tuvo un accidente de coche  cuando iba a entrenar. Un borracho le dio por detrás y el coche en el que iba él se estrello contra el quitamiedos. Alex murió en el acto. – Dijo ahogándose en sus propias lágrimas – no voy a poder cumplir mi promesa, no le voy a ver jugar nunca. El cumplió su sueño y yo no estuve allí para verlo. Él me ayudó a aprobar los exámenes de selectividad a pesar de que nunca fue un gran estudiante pero se quedaba las noches muertas conmigo preparándome café y ayudándome a estudiar. Yo estaba demasiado ocupada en cumplir mi suelo y no me di cuenta de que él estaba cumpliendo el suyo y mientras él me ayudaba yo no fui a verle ni a un solo partido y ya no voy a poder remediarlo porque ya no está aquí, está muerto… - terminó con un hilo de voz inaudible a causa de las lágrimas.
No sabía qué hacer, no sabía cómo consolarla pero el caso es que no quería verla así.
-       Ven aquí – dije metiéndola entre mis brazos.
Ella lloró y lloró y era comprensible, había perdido a su mejor amigo y se sentía culpable por no poder cumplir su promesa. Ahora mismo me sentía mal conmigo mismo por haber pensado que Irene había sido capaz de besarse conmigo sintiendo algo por él. No eran novios, no se gustaban, simplemente eran amigos y ella tardaba tanto porque estaba llorando su pérdida.
Dejé que llorase y llorase sobre mi hombro pero no sabía que decirle para que se tranquilizara. Al fin y al cabo la entendía pero no quería verla así.
-       Irene no te preocupes porque seguro que allá donde esté Alex estará orgulloso de ver cómo eres feliz y cumples tu sueño- dije intentando tranquilizarla – Seguro que no te quiere ver así porque no estás disfrutando de lo que tanto te costó conseguir, de lo que él te ayudó a conseguir.
-       Voy a echarle muchísimo de menos – dijo tranquilizándose un poco.
-       Y él a ti pero no te preocupes porque seguro que está bien. Además, no se ha ido del todo mientras no le olvides, si no le olvidas una parte de él siempre se quedará contigo.
-       No quiero olvidarle porque no quiero que desaparezca del todo pero me da miedo hacerlo – dijo más tranquila pero aun sollozando.
-       Busca algo permanente con el que puedas identificarle y llevarlo siempre contigo, así aunque no estés pensando en él, siempre estará contigo. – dije acariciándola el pelo.
-       Tienes razón. ¿Puedo pedirte un favor? – preguntó mirándome a los ojos. Los suyos estaban rojos de hacer llorado tanto pero seguían siendo preciosos.
-       Lo que quieras y todos los que quieras – dijo sonriendo para tranquilizarla.
-       Acompáñame mañana a hacerme un tatuaje, así no me olvidaré de él nunca, pero por favor, solo quiero que vengas tú. – dijo mirándome a los ojos.
-       No te preocupes que estaré allí para sujetarte la mano mientras te lo hacen – dije sin borrar esa sonrisa de compasión.
-       ¿Puedo pedirte otra cosa? – preguntó tímidamente.
-       Lo que quieras.
-       Quédate esta noche conmigo, no quiero dormir sola.
-       No te preocupes, no te voy a dejar sola. – dije aún sonriendo.
-       Muchísimas gracias Niall, eres genial. – dijo volviendo a recostarse en mi pecho.
-       Tú eres genial – susurré en su oído.
Me senté en el suelo y ella se tumbo sobre mis piernas mientras yo la contemplaba dormir y la acariciaba el rostro. Era preciosa y perfecta y no quería que lo pasase mal.
Al rato se quedó dormida y saqué mi móvil. Tenía que llamar a alguno de los chicos para que viniesen a por las llaves que aún las tenía yo.
Llamé al móvil de Zayn y le expliqué la situación. Le dije que viniese a por las llaves y que cuando se las diera cogiese unas mantas para que Irene no pasase frio.
Al rato apareció Zayn y le expliqué la historia del amigo de Irene. Se le hizo un nudo en la garganta y se compadeció de ella.
Fue a por las mantas y de paso trajo un paquete de galletas de chocolate y un litro de coca-cola por si acaso.
Se lo agradecí mucho y me ayudó a colocar las mantas en el suelo y a tumbarla encima sin que se despertara. También la echamos una manta por encima para que no pasase frio en toda la noche y pudiese descansar por que le hacía falta.
Tanto llorar la dejo rota y durmió toda la noche del tirón. Al final yo también acabé con sueño y me tumbé a su lado abrazándola para darle calor.
Así pasé una de las mejores noches de mi vida, abrazado a la persona que quería de verdad aún que ella nunca llegase a saber todo lo que sentía.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
AMORES!!!!! que os ha parecido??? como ya os he dado la brasa al principio ahora solo deciros que habrá mas de un capítulo a lo largo de la historia en el que no solo sea de color de rosa e intentaré tocaros la fibra sensible. no tengo nada mas que deciros que comenteis y nada mas
KISSES

miércoles, 27 de marzo de 2013

Capítulo 38 - PROMÉTEME QUE SERÁ PARA SIEMPRE -


*NARRA LOUIS*
Todo había empezado como una broma y ahora estaba asustado de que hubiese dejado de serlo y nos hubiésemos enfadado.
Había sido una completa tontería y no quería perderla por una chorrada.
En los 20 minutos que habíamos estado sin dirigirnos la palabra me había planteado muchas cosas y me había dado cuenta de que la necesitaba demasiado.
De camino a las cabañas iba pensando que podía hacer para hablarla y no perderla pero era demasiado orgulloso y no se me ocurría que hacer.
Cuando ya lo daba todo por perdido una bombillita se había encendido en mi cabeza, si se había encendido porque quería que la cantara la cantaría hasta que me quedase sin voz.
Iba a meterse ya en la cabaña cuando la agarré del brazo y la pegué a mi cuerpo con un fuerte tirón. Se apoyó en mi pecho y recostó su cabeza sobre él.
Yo puse una mano en su cintura y con la otra empecé a acariciarla el pelo mientras la cantaba al oído una canción que definía perfectamente lo que sentía por ella.
*NARRA PATRI*
Louis tiró de mi brazo y me pegó a su cuerpo. Me recosté en su pecho, pues este desprendía un calor muy agradable que acompañaba a quedarse allí a vivir, además se podía apreciar perfectamente el olor de Louis.
Puso una mano sobre mi cintura y con la otra acarició mi pelo. Empezó a cantar suavemente una canción en mi oído.
Tenía una voz dulce y aterciopelada que hizo que un escalofrío recorriese todo mi cuerpo. Era la misma voz que había escuchado en aquel sueño en el que le perdía solo que esto no era un sueño, era real  y por lo tanto muchísimo mejor.
No era una balada romántica y empalagosa, no era necesariamente una canción lenta pero era perfecta.
Su letra hablaba sobre un chico que se ha dado cuenta de que está irremediablemente enamorado de una chica y que todo lo que siente y todo lo que le pasa es por su culpa, porque está enamorado de ella.
Parecerá tonto y romántico el identificarse con una canción pero ahora mismo yo me sentía así.
Me había dado cuenta de que todo lo que me pasaba era por culpa de Louis pero aunque sabía que el estar enamorada de él no podía y no quería dejarlo. Realmente era como estar enganchado a una droga, sabes que puede hacerte daño pero sigues por que estas enganchado y se vuelve una adicción, Louis era mi adicción.
Cada segundo de esta nueva vida que estaba viviendo en Londres estaba guiado por él de manera involuntaria, él estaba en mi cabeza el cien por cien del tiempo y todo lo que hacía lo hacía por estar con él, por él.
Pero sinceramente me daba igual, le quería y eso era lo que importaba, daba igual que solo nos conociésemos desde hacía una semana, que no supiésemos casi nada el uno del otro o que yo fuese española. Eso daba exactamente igual.
Antes no creía en el amor a primera vista, creía que enamorarse de una persona con verla no era posible pero me estaba dando cuenta de que sí.
Algunos dirán que lo que yo siento por Louis solo es un encaprichamiento, que soy demasiado joven para saber lo que es el amor pero es probable que no sepa lo que es estar enamorada pero sé que si el ahora mismo desapareciese mi vida sería distinta.
Porque sus besos me han hecho darme cuenta que un beso no es solo un contacto de labios. Mis besos con Louis son un intercambio de sentimientos. Sus besos me hacían querer más y no separarme nunca de él.
En una semana se puede aprender a amar a alguien por encima de cualquier cosa y aunque viviese con el miedo y la incertidumbre de no saber lo que puede pasar mañana con respecto a nosotros pienso aprovecharlo hasta el último momento por que después de él nada será igual.
Todos estos pensamientos viajaban a la velocidad de la luz por mi cabeza mientras la persona de la que estaba enamorada me tenía fuertemente agarrada de la cintura como si no me quisiese dejar ir.
Terminó de cantar y levanté la cabeza para mirarle a los ojos, ya que había pasado la canción entera con los ojos cerrado recostada sobre su pecho.
Pasé mis manos por su espalda y me perdí en sus ojos azules que brillaban con la tenue luz de la luna y no pude reprimir una lágrima que resbalaba por mi mejilla.
-       Louis – conseguí pronunciar con la voz ahogada.
-       Dime pequeña – dijo recogiendo una lágrima que amenazaba con brotar desde uno de mis ojos.
-       Prométeme que esto será para siempre. – dije sin apartar la mirada de sus ojos.
-       ¿El qué? – preguntó extrañado.
-       Todo esto. Prométeme que mañana no me voy a despertar y voy a estar en mi casa de Madrid, prométeme que esto no es un sueño, prométeme que no te vas a ir nunca, prométeme que no me vas a dejar sola, prométeme que no vas a dejar de quererme, prométeme que lo que siento va a ser para siempre.
-       Te lo prometo – dijo sonriendo a la vez que retiraba un mechón de pelo de mi mejilla y lo ponía tras mi oreja.
-       Prométeme que me quieres – dije con la voz temblorosa.
-       No puedo prometerte que te quiero por qué no sería suficiente pero puedo jurarte que te amo. – dijo sin apartar la mirada de mis ojos.
-       Te amo – dije posando una mano sobre su mejilla y acariciándola.
-       Te amo – repitió besándome.
Fue un beso dulce, sin ninguna prisa, de esos besos que quieres disfrutar cada milésima y de los que no quieres separarte nunca. Era de esos besos que suplicaban un segundo beso y de los que nunca te cansabas.
Nos separamos y sonreímos. Entrelazamos los dedos y caminamos hasta la playa, no teníamos más ganas de fiesta pero tampoco queríamos que la noche se acabase nunca porque eso significaba que solo nos quedaría un día en la playa y cuando volviésemos a Londres no sabíamos que podría pasar, ni quien nos estaría esperando allí.
*NARRA DANIELA*
Nos estábamos divirtiendo mucho. Los chicos eran muy majos y las chicas me habían integrado rápido. Patri se había marchado con Louis pero aun que parecía que ella estaba enfadada supongo que había dicho que se iba a dormir para tener más intimidad con él.
Arriba unos bailaban mientras Niall tocaba la guitarra y otros simplemente hacían el payaso. Irene aun no había vuelto y a mí no me apetecía bailar.
Zayn estaba haciendo algo parecido a bailar pero no se sabía si estaba bailando o matando a un pollo, bailaba realmente mal.
No podía aguantar más la risa y él se dio cuenta.
-       ¿Se puede saber de qué te ríes? – preguntó mirándome.
-       De ti – dije estallando en carcajadas – no te enfades pero es que bailas un poco mal.
-       Tu no bailas mucho mejor – dijo para intentar picarme aun que sin mucho éxito.
-       Ya te gustaría a ti bailar la mitad de bien que bailo yo – dije haciéndome un poco la chula.
-       Bueno pues si bailas tan bien como dices – dijo con rin tintín – enséñame.
-       Ya sé por dónde vas y para tu información tus técnicas de ligar son penosas – dije picándole.
-        No lo haré tan mal cuando he conseguido tu número y no paras de quitarme el ojo de encima – Mierda me había pillado.
-       ¿Quién te dice a ti que te esté mirando? – dije intentando disimular.
-       ¿Como si no ibas a saber que estoy bailando y que bailo tan mal? – dijo imitando el tono con el que yo había hecho la anterior pregunta.
-       Ese no es el caso – dije intentando salir del embrollo ya sin ninguna opción.
-       Ja! Te he pillado. Me estabas mirando. – dijo riendo.
-       Que listo Malik ¿Quieres un pin o una chapa con musiquita? – dije haciéndole burla.
-       Prefiero la chapa y que tenga la canción de call me maybe, a partir de esta noche va a ser mi canción favorita – dijo pícaro.
-       Entonces admites que te gusta como bailo. – dije reanudando la pequeña discusión de antes.
-       Si, no lo niego. Haber cuando me haces un bailecito privado. – dijo moviendo las cejas.
-       Ya de paso te hago un baile en sujetador y bragas y que terminase con final feliz, tu ya me entiendes – dije tomándole el pelo.
-       Pues sería todo un detalle. – dijo mordiéndose el labio inferior de una manera muy seductora.
-       ¿Qué te estás pensando? Te costaría más que un par de guiños. – dije haciéndome la dura aun que me estaba muriendo por esos labios.
-       ¿50 pavos? – dijo bromeando.
-       ¿Me estas llamando puta? – pregunté con gusto serio aun que aguantando la risa ya que seguía con la broma.
-       Em… no… esto… yo no quería… esto… lo siento… - dijo pensando que de verdad me había ofendido.
-       Es broma tonto – dije medio abrazándolo. Cuando me separé le cogí por el cuello de la chaqueta y acerqué mis labios a su oído. – además, te costaría mas de 50 pavos disfrutar de este cuerpo bailando solo para mí.
Me separé y me marché dejándolo allí plantado no sin antes guiñarle un ojo y sonreírle. Tenía un poder de seducción impresionante, siempre me lo habían dicho y le sacaba el mayor partido posible pero con Zayn era todavía más divertido.
*NARRA ZAYN*
Si tuviese que definirla en una palabra sería alucinante. Su físico me volvía loco pero su personalidad era muchísimo mejor. Me encantaba la forma en la que me dejaba con la palabra en la boca, lo natural y rebelde que era y el poco respeto que le tiene a las reglas, a lo establecido y a la vida en general.
Me encantaba como me provocaba y luego me dejaba con ganas de más. Era genial estar con ella aun que solo fuese durante esos cortos minutos en lo que nos picábamos y después se marchaba contoneándose.
Tenía algo especial, tenía la energía que yo necesitaba y la alegría que me hacía falta. Simplemente era perfecta.
----------------------------------------------------------------------------
HOLA HOLITA BLOGGERITAS
que tal van esas vacaciones de semana santa???
que os ha parecido el capitulo de hoy????
me comería a lou cantando esa canción tan maravillosa y a zayn mordiendose esos labios tan perfectos bufffff
recordaros que comenteis que siempre me hace mucha ilusión aun que solo sea un simple siguiente. se que hay mucha gente que se lo lee o que por lo menos pasa así que me gustaría que me pusieseis si os gusta o no.
no me enrrollo mas que tengo muchas cosas que hacer y seguro que vosotras tambien.
KISSES