Amores hoy pongo una advertencia antes del capítulo y al final el de siempre pero tenía que avisaros. Este es el capítulo en el que es posible que lo paseís un poquito mal. Por lo menod a mi me toco llorar escribiendolo. No os entretengo más que seguro que no os importa mucho lo que yo diga así que espero que disfruteis y me contesteís que os parece el capi.
Besos y nos vemos al final del capítulo. :P
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*NARRA LOUIS*
Después de las promesas que los dos pensábamos cumplir aun que
sabíamos que a lo mejor no era posible, entrelazamos nuestros dedos y nos
perdimos en la oscuridad de la playa.
Nos sentamos a la orilla del mar. Ella estaba entre mis piernas apoyada
sobre mi pecho mientras yo tenía las manos apoyadas tras mi espalda sobre la
arena.
No nos hacía falta decir nada porque el silencio que se había formado
entre nosotros no era para nada un silencio incomodo.
Ella me acariciaba la pierna mientras yo la susurraba al oído la
letra de sus canciones favoritas.
Al rato nos tumbamos sobre la arena y ella se tumbó a mi lado
reposando su cabeza en mi hombro mientras la rodeaba con mi brazo y la
acariciaba el pelo dulcemente.
Se nos paró el mundo y perdimos la noción del tiempo. A ninguno de
los dos nos importaba la hora que fuese, solo queríamos estar juntos.
-
No quiero que esto se acabe nunca – dijo Patri
en una voz casi inaudible.
-
Yo tampoco – dije mirando el cielo.
Ante nosotros se abría un manto de estrellas precioso que nos recogía
y nos refugiaba.
-
Louis no quiero dormirme, le tengo miedo a
despertar. – dijo con la voz temblorosa.
-
No tienes porque, cuando te despiertes voy a
estar en la cabaña de enfrente – dije intentando hacerla despreocuparse.
-
Quédate conmigo – dijo de repente.
-
¿Qué? – dije aún sin comprenderlo.
-
Así si me despierto estarás a mi lado. – dijo
incorporándose y mirándome muy fijamente con sus ojos pardos que, por culpa de
la oscuridad, estaban de un color marrón chocolate muy seductor.
-
Como quieras – dije sonriéndola.
-
Pues vamos a la cabaña que tengo sueño. – dijo
levantándose y agarrando mi mano.
-
Vale pero espera que tengo que subir a por las
llaves y a por tu guitarra. – dije.
-
No te preocupes, me voy poniendo el pijama. –
dijo sonriente dándome un beso y después alejándose entre las sombras de la
noche.
Subí a los acantilados y allí todavía seguían de fiesta. Todos
seguían demasiado serenos ya que Liam les tenía restringido el consumo de
alcohol.
-
Liam dame las llaves que voy a coger el pijama –
dije dirigiéndome a el que estaba hablando y riendo con Nicki.
-
¿No duermes en la cabaña? – preguntó extrañado.
-
No, duermo con Patri y antes de que digas nada,
si, solo a dormir. – dije evitando comentarios de todo tipo.
-
Vale, vale toma – dijo tendiéndome el llavero de
la cabaña.
-
Hasta mañana Louis y no te preocupes les digo a
estas locas que entres in hacer ruido luego para no despertaros – dijo Nicki
muy sonriente, que chica más atenta y simpática.
-
Gracias, buenas noches – dije sonriéndole.
-
Espera Lou que me bajo contigo – dijo Niall.
-
Vale – dije mientras bajábamos por el caminito que
bajaba a donde las cabañas. - ¿Qué te pasa?
-
A mi nada – dijo el rubio mirando al suelo.
-
Es por Irene ¿verdad?
-
¿Por qué ella iba a ser por ella, no somos
nada?- dijo a la defensiva.
-
Vale, vale tranquilo Niall pero que sepas que es
que te conozco como si fuese mi hermano y solo te pones así por una chica. ¿te
gusta?
-
No sé, puede ser, estoy muy liado – dijo
parándose y sentándose en una roca mientras ponía sus manos sobre su frente.
-
¿Qué ha pasado? – pregunté parándome a su lado.
-
Hace dos horas la ha llamado un tal Alex, un
“amigo” suyo de Madrid y me asusta que sea su novio o que pueda sentir algo por
alguien que no sea yo.
-
Niall, te entiendo pero a lo mejor solo es su
amigo, no lo sabes. Yo que tu hablaría primero con ella porque nunca sabes que
puede pasar. – le dije poniéndole una mano en el hombro.
-
Puede que tengas razón, voy a hablar con ella y a
solucionarlo todo. Gracias colega – dijo Niall sonriendo.
-
De nada pero date vida que me está esperando Patri,
quiere que duerma con ella.
-
Muy bien pillín – dijo Niall dándome unos
golpecitos cariñosos en la espalda.
-
Jope, que pesados estáis todos, solo vamos a
dormir – dije ya un poco nervioso.
-
Vale, vale no te pongas nervioso, corre y ve a
por el pijama. Deja la puerta abierta que ahora voy yo a cerrarla pon las
llaves encima de mi cama y ya está. – dijo sonriendo.
-
Gracias rubio, nos vemos mañana.
-
Suerte – escuché que gritaba mientras salía
corriendo y entraba en la cabaña de los chicos.
Cogí el pantalón de chándal que utilizaba para dormir y deje las
llaves encima de la cama de Niall.
Salí de la cabaña y llamé a la puerta de la cabaña de las chicas.
Esperé hasta que me abrió una Patri en pijama. Incluso para irse a dormir
estaba guapa. Se había hecho una trenza de lado y la goma que se había puesto
tenía un pequeño lazo rosa a juego con el resto del pijama.
-
Hola Lou – dijo ella frotándose los ojos, se la
notaba cansada.
-
Hola pink panther – dije riendo - te gusta el
rosa ¿verdad?
-
Si – dijo sonriendo – pasa, el baño esta a la
derecha y mi habitación es la del final del pasillo a la derecha, cámbiate y te
espero allí.
-
Vale. – dije dándola un beso y entrando en el
baño.
Me desnudé y me puse el pantalón del pijama dejando mi torso al aire.
Salí del baño y la vi allí, detrás de la encimera de la pequeña
cocina bebiendo a morro de una botella de batido de chocolate.
-
¿Quieres? – dijo ofreciéndome batido.
-
Si, dame un traguito – dije cogiendo el bote y
bebiendo a morro igual que ella.
-
Jajajajaj que torpe eres, te has manchado – dijo
riendo – ven que te lo quito.
Con un suave beso en los labios recogió el chocolate que se había
quedado en mi labio superior.
-
Venga vamos a dormir que tengo un sueño que me
caigo. – dijo al separarse dándome la mano y guiándome hasta su dormitorio.
Nos tumbamos en la cama y nos empezamos a besar lentamente y más
tarde nos abrazamos. Ella se dio la
vuelta y yo rodee su cintura con mis brazos, haciendo pequeños circulitos sobre
su vientre a modo de caricia.
-
Duérmete tranquila que en cuanto te despiertes
lo primero que vas va a ser mi cara de dormido y mis pelos de loco – dije
haciéndola reír.
-
No te vas a ir ¿verdad?
-
Que no tranquila que de aquí no me muevo.
-
Buenas noches Lou.
-
Buenas noches princesa.
Y así, abrazado a ella la escuche dormirse. Su acompasada respiración
me meció y poco a poco me sumí en un profundo sueño del que solo despertaría
para seguir viviendo en aquel paraíso en el que me encontraba estando a su
lado.
No era la primera noche que dormía con una chica, pero si fue la
mejor porque era la primera noche en la que dormía con una de la que estaba
realmente enamorado y aunque era la primera, no fue la última.
*NARRA NIALL*
Louis tenía razón, tenía que enfrentarme a lo que sentía por Irene y
tenía que resolver mis dudas acerca de ese tal Alex que tan nervioso me estaba
poniendo.
Fui a la cabaña pero Louis ya se había ido, cogí las llaves y salí a
dar una vuelta.
Estuve caminando por la playa y vi unas rocas desde las que se veía
perfectamente todo el océano. Decidí subirme a ellas para ver todo la
inmensidad del mar. Era una cosa que me había gustado desde pequeño así que
subí como pude, escalando entre las rocas.
Cuando llegué arriba me sorprendió la escena que vi allí. Resulta que
no estaba solo y la persona que más y menos me apetecía ver al mismo tiempo
estaba allí.
Estaba de espaldas a mí pero podría distinguir su figura en cualquier
sitio.
Me acerqué lentamente y la oí llorar.
-
Irene, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras?
-
Alex… ha… - dijo entrecortadamente por las
lágrimas.
Se acercó a mí y me abrazó muy fuerte, escondiendo su rostro entre
mis brazos.
-
Tranquilízate y después me cuentas que ha pasado
– dije acariciándola el pelo suavemente con dulzura y con cariño.
Conseguí que se tranquilizase un poco y después empezó a contarme lo
que había pasado, todo desde el principio.
-
Cuando íbamos al instituto conocí a un chico que
iba a la misma clase que yo, se llamaba Alex y desde el principio nos caímos
muy bien. Siempre tuvimos muchas broncas pero llegamos a ser mejores amigos
incluso ahora que cado uno vivía en un país diferente manteníamos el contacto.
Su sueño, sede siempre había sido ser futbolista, y lo
consiguió. Cuando estábamos en tercero entró en la cantera del atlético de
Madrid y cumplió su sueño y yo cumplí el mío de venir a Londres a vivir y antes
de que me marchase hicimos una promesa. Le prometí que le iría a ver a algún
partido de futbol pero no voy a poder cumplir esa promesa.
Hacía ya varias semanas que no hablábamos y me había
empezado a preocupar por qué no me cogía el teléfono así que le mandé un
mensaje a su hermana para que me llamara.
Esta noche cuando nos estábamos cambiando de ropa me ha
llamado por teléfono y me ha estado contado que lo estaban pasando muy mal pero
no me ha dicho por qué. Cuando le he preguntado por que Alex no me cogía el
teléfono se ha derrumbado y se ha puesto a llorar.
Hace dos semanas Alex tuvo un accidente de coche cuando iba a entrenar. Un borracho le dio por
detrás y el coche en el que iba él se estrello contra el quitamiedos. Alex
murió en el acto. – Dijo ahogándose en sus propias lágrimas – no voy a poder
cumplir mi promesa, no le voy a ver jugar nunca. El cumplió su sueño y yo no
estuve allí para verlo. Él me ayudó a aprobar los exámenes de selectividad a
pesar de que nunca fue un gran estudiante pero se quedaba las noches muertas
conmigo preparándome café y ayudándome a estudiar. Yo estaba demasiado ocupada
en cumplir mi suelo y no me di cuenta de que él estaba cumpliendo el suyo y
mientras él me ayudaba yo no fui a verle ni a un solo partido y ya no voy a
poder remediarlo porque ya no está aquí, está muerto… - terminó con un hilo de
voz inaudible a causa de las lágrimas.
No sabía qué
hacer, no sabía cómo consolarla pero el caso es que no quería verla así.
-
Ven aquí – dije metiéndola entre mis brazos.
Ella lloró y lloró y era comprensible, había perdido a su mejor amigo
y se sentía culpable por no poder cumplir su promesa. Ahora mismo me sentía mal
conmigo mismo por haber pensado que Irene había sido capaz de besarse conmigo
sintiendo algo por él. No eran novios, no se gustaban, simplemente eran amigos
y ella tardaba tanto porque estaba llorando su pérdida.
Dejé que llorase y llorase sobre mi hombro pero no sabía que decirle
para que se tranquilizara. Al fin y al cabo la entendía pero no quería verla
así.
-
Irene no te preocupes porque seguro que allá
donde esté Alex estará orgulloso de ver cómo eres feliz y cumples tu sueño-
dije intentando tranquilizarla – Seguro que no te quiere ver así porque no
estás disfrutando de lo que tanto te costó conseguir, de lo que él te ayudó a
conseguir.
-
Voy a echarle muchísimo de menos – dijo
tranquilizándose un poco.
-
Y él a ti pero no te preocupes porque seguro que
está bien. Además, no se ha ido del todo mientras no le olvides, si no le
olvidas una parte de él siempre se quedará contigo.
-
No quiero olvidarle porque no quiero que
desaparezca del todo pero me da miedo hacerlo – dijo más tranquila pero aun
sollozando.
-
Busca algo permanente con el que puedas
identificarle y llevarlo siempre contigo, así aunque no estés pensando en él,
siempre estará contigo. – dije acariciándola el pelo.
-
Tienes razón. ¿Puedo pedirte un favor? –
preguntó mirándome a los ojos. Los suyos estaban rojos de hacer llorado tanto
pero seguían siendo preciosos.
-
Lo que quieras y todos los que quieras – dijo
sonriendo para tranquilizarla.
-
Acompáñame mañana a hacerme un tatuaje, así no
me olvidaré de él nunca, pero por favor, solo quiero que vengas tú. – dijo mirándome
a los ojos.
-
No te preocupes que estaré allí para sujetarte
la mano mientras te lo hacen – dije sin borrar esa sonrisa de compasión.
-
¿Puedo pedirte otra cosa? – preguntó
tímidamente.
-
Lo que quieras.
-
Quédate esta noche conmigo, no quiero dormir
sola.
-
No te preocupes, no te voy a dejar sola. – dije
aún sonriendo.
-
Muchísimas gracias Niall, eres genial. – dijo
volviendo a recostarse en mi pecho.
-
Tú eres genial – susurré en su oído.
Me senté en el suelo y ella se tumbo sobre mis piernas mientras yo la
contemplaba dormir y la acariciaba el rostro. Era preciosa y perfecta y no
quería que lo pasase mal.
Al rato se quedó dormida y saqué mi móvil. Tenía que llamar a alguno
de los chicos para que viniesen a por las llaves que aún las tenía yo.
Llamé al móvil de Zayn y le expliqué la situación. Le dije que
viniese a por las llaves y que cuando se las diera cogiese unas mantas para que
Irene no pasase frio.
Al rato apareció Zayn y le expliqué la historia del amigo de Irene.
Se le hizo un nudo en la garganta y se compadeció de ella.
Fue a por las mantas y de paso trajo un paquete de galletas de
chocolate y un litro de coca-cola por si acaso.
Se lo agradecí mucho y me ayudó a colocar las mantas en el suelo y a
tumbarla encima sin que se despertara. También la echamos una manta por encima
para que no pasase frio en toda la noche y pudiese descansar por que le hacía
falta.
Tanto llorar la dejo rota y durmió toda la noche del tirón. Al final
yo también acabé con sueño y me tumbé a su lado abrazándola para darle calor.
Así pasé una de las mejores noches de mi vida, abrazado a la persona
que quería de verdad aún que ella nunca llegase a saber todo lo que sentía.
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AMORES!!!!! que os ha parecido??? como ya os he dado la brasa al principio ahora solo deciros que habrá mas de un capítulo a lo largo de la historia en el que no solo sea de color de rosa e intentaré tocaros la fibra sensible. no tengo nada mas que deciros que comenteis y nada mas
KISSES