Capítulo 41 - A EMPEZAR EL DÍA CON ENERGÍA -

*NARRA NIALL*

Entró en el coche con una sonrisa, se la veía triste pero se notaba que estaba intentando superarlo poco a poco.

La entendía pero no la quería ver triste así que haría todo lo que estuviese en mi mano para animarla y eso empezaba con darle el CD que había estado grabando toda la noche.

-       Tengo una cosa para ti, para que te animes – dije dándole el CD envuelto en papel de regalo.

-       Eres tonto.

-       Cógelo – dije dándole con él en el brazo.

-       Voy – lo abrió – Muchísimas gracias Niall.

En la caratula ponía tus canciones favoritas así que supo lo que era en cuanto le quito el papel de regalo.

-       Venga ponlo – le dije animándola.

Lo puso y empezaron a sonar sus canciones favoritas entre las que estaban algunas de Katy Perry, Chris Brown, Bruno Mars y muchas en español que no entendía pero sabía que le gustaban porque me lo dijo el día de las chuches.

Pasamos el viaje entero hasta la tienda de los tatuajes riendo, cantando y bailando. Ella no dejaba de reír a carcajadas y yo no podía sentirme mejor.

Cuando entramos a la tienda de los tatuajes me pidió que me quedase con ella y le dijo al chico donde y que se quería hacer. Lo llevaba decidido y le dijo que quería un 13 en la muñeca.

El chico empezó a hacérselo y me pidió que le diese la mano. Así lo hice y se la agarré fuerte.

No tardó demasiado en hacerle el tatuaje, 20 minutos aproximadamente. Cuando acabo quedó algo parecido a esto:

-       Niall – me dijo de repente.

-       Dime

-       Muchísimas gracias por acompañarme y por hacerme sonreír – dijo metiéndose un mechón de pelo que se le había escapado de la coleta tras la oreja.

-       No podía hacer otra cosa, me encanta verte sonreír.

-       No te preocupes, no pienso llorar más. Es verdad que voy a echar de menos a Alex pero a él no le gustaría verme llorando. Seguro que a él le gustaría verme disfrutando del sueño que él me ayudo a cumplir, y eso empieza por volver con los chicos y darnos un bañito en el mar.

-       ¿Y el tatuaje? – pregunté confuso.

-       Es una manera de llevarle conmigo, de no olvidarle nunca y de cumplir mi sueño con él.

-       ¿Por qué un 13?

-       Porque él jugaba con el número 13, puede ser el número de la mala suerte pero no creo que a mí me la dé.

Y dicho esto salió y fue hacía el coche corriendo como una niña pequeña como si todo lo de la noche pasada hubiese sido una pesadilla, dispuesta a vivir su vida, vida que esperaba, viviese a mi lado.

*NARRA DANIELA*

Nadie parecía estar por la labor de levantarse hoy excepto Patri y yo.

Louis estaba en la ducha y Patri conmigo en el salón. Irene había pasado hacía un rato a por ropa pero por lo demás en la casa estaba todo el mundo durmiendo. Tampoco me extrañaba porque después de la paliza de ayer tardarían en despertar.

-       Bueno vamos a aprovechar que estamos solitas y nos vamos a poner al corriente. – dijo Patri sentándose conmigo en el sofá.

-       ¿Y Louis? – pregunté.

-       A ese todavía le falta porque no estaba muy por la labor de levantarse así que se tomará su tiempo. – dijo con un brillo especial en los ojos.

-       Se ve que te gusta – dije sonriendo por verla feliz.

-       Sí, le quiero mucho. Pero ese no es el tema, ¿cómo es que estas aquí? – preguntó cambiando de tema.

-       Te echaba de menos y si cuando me dijiste que te venís no vine contigo es porque creía que había cosas que todavía me hacían quedarme allí pero no es así. Ya no hay nada que me ate a España y he decidido venirme a empezar otra vez. – dije.

-       ¿Y Ricky?

-       Pues la verdad es que en parte me marché por él. Ya no le quiero y tengo miedo de decírselo porque no quiero que pase lo de la última vez. Estoy harta de vivir con miedo por su culpa.

-       ¿Ha vuelto a hacerlo? – preguntó sabiendo perfectamente a lo que me refería.

-       Si – asentí – y en parte me marché por eso, porque le tengo miedo. No sabe que me he ido y cuando se entere no me gustaría estar cerca. – dije con un poco de humor.

-       Sabes que te va a llamar.

-       Lo sé, ya pensaré que le digo. Me tenía encerrada en una especie da jaula y ya me he cansado, no soy un juguete. – dije muy segura de mi misma.

-       Espero que sepas lo que haces pero me alegro de tenerte aquí – dijo abrazándome.

-       Patri – dijo Louis saliendo del baño solo con una toalla.

-       Louis vístete por favor que hay menores delante – dije riendo.

-       Huy no sabía que estabas despierta Dani – dijo este.

-       Vete a vestir que esta es muy loba y está muy necesitada y tú eres solo mío – dijo Patri.

-       Lou, ten cuidado conmigo que no me puedo resistir a un cuerpazo como el tuyo, no me provoques. – dije de broma y vacilando.

-       Si es que mi cuerpo es un pecado – dijo él con pose de súper modelo.

-       Que te vayas a vestir – gritó Patri.

-       Shhh! Que vas a despertar a todo el mundo – dije poniéndole las manos en la boca para que no gritase.

-       Me voy que veo que os pongo nerviosas – dijo Louis mientras se marchaba moviendo el culo.

-       Menuda joyita tienes por novio – dije riendo.

-       Es como un cacho de carbón. – dijo Patri poniendo los ojos en blanco.

-       Bueno yo me voy a vestir y me voy a correr un rato por la playa que tengo que cuidar el tipo – dije levantándome del sillón.

-       Que lo disfrutes – dijo levantándose conmigo – yo me voy a ver que hace este que es capaz de tirar abajo la cabaña con lo mal que esta.

-       Que te diviertas – dije riendo.

-       Se intentará – dijo mientras desaparecía por la puerta de cuarto.

Me metí en mi habitación y me puse la ropa de deporte que consistía en esto:

Me encantaba hacerme las dos coletas porque era completamente contradictorio con mi personalidad pero eran muy cómodas y me quedaban graciosas.

Cogí el móvil con la música y los cascos y salí a correr.

Llevaba un rato corriendo por la playa a mi royo e iba completamente inmersa en mi mundo y en el mundo de la música por lo que no me di cuenta del chico que estaba parado mirando al mar y me lo comí, cayéndome al suelo.

*NARRA MERY*

PUM. Portazo. Joder con lo bien que estaba yo durmiendo, ¿quién habrá sido la pedorra que habrá dado el portazo?

Risas y gritos. Esto ya es el colmo.

-       ¿Se puede saber quien está riéndose, gritando y dando portazos? – dije saliendo de la habitación dando gritos.

Vi como corrían por el salón Patri con una camiseta en la mano y Louis intentando alcanzarla mientras los dos se reían a carcajadas

-       Qué asco de amor. Bajad la voz que estaba durmiendo. – grité antes de meterme en la habitación para volverme a meterme en la cama.

Tenía que reconocer que me levantaba con muy mal humor pero es que encima me dolía mucho la cabeza y solo quería dormir.

*NARRA PATRI*

Empezamos a jugar con que él me hacía cosquillas y yo a él y cuando se descuidó le quité la camiseta y salí corriendo.

Cuando el vino detrás de mí a recuperar la camiseta le dio una patada a la puerta e hizo mucho ruido. Luego íbamos corriendo por el salón mientras nos reíamos y Louis gritaba para intentar recuperarla. Habíamos despertado a Mery y se había enfadado porque tenía muy mal despertar.

-       Qué asco de amor. Bajad la voz que estaba durmiendo. – dijo antes de meterse otra vez en la habitación.

-       Jo que humos – dijo Louis.

-       Es que la hemos despertado – dije entendiéndola.

-       A esta le hace falta un poco de la medicina del doctor amor con rizos – dijo moviendo las cejas.

-       Lou no seas guarro – dije dándole un golpe en el brazo.

-       Malpensada, no lo decía en ese sentido – dijo Louis.

-       Ahh… esto… yo… - dije sonrojándome.

-       Que no tonta que es broma. – dijo dándome un beso en la mejilla - ¿Quieres que vallamos a por Harry para que venga a despertarla y que no esté tan borde? – dijo con una sonrisa pícara.

-       Vale – dije dándole un beso en condiciones.

*NARRA MERY*

Al rato oí la puerta, la parejita se había marchado y en la casa reinaba la paz.

Conseguí volver a dormirme pero mi tranquilidad no duró mucho.

-       Buenos días preciosa – dijo una voz susurrando en mi oído.

-       ¿Quién es el pesado que me ha vuelto a despertar? – dije con tono cansado.

-       Tu novio – dijo la misma voz riendo.

Abrí mucho los ojos y me encontré con lo preciosos ojos de Harry que me miraban divertidos. Mi primera reacción fue la de tirar de la sábana y esconderme debajo.

-       ¿Se puede saber que haces? – dijo Harry con un tono divertido en su voz.

-       Esconderme – dije rotunda desde debajo de las sábanas.

-       ¿Por qué?

-       Porque tengo cara de recién levantada.

-       ¿Y?

-       Que si me ves así te vas a desenamorar.

-       Venga ya, no seas tonta. No me voy a desenamorar de ti nunca. – dijo Harry.

-       ¿Seguro?

-       Si, sal y dame un beso de buenos días. – dijo riendo.

Tiré de la sábana y salí roja como un tomate a darle un beso a mi novio.

-       Que exagerada eres – dijo Harry al separarnos.

-       ¿Por? – pregunté.

-       No estás tan fea.

-       Ya pero es que no me gusta mi cara de recién despertada.

-       A mí sí me gusta. Me gustaría despertarme todos los días viéndote así – dijo colocando un mechó de pelo tras mi oreja.

-       Quédate esta noche – dije tumbándolo conmigo en la cama.

-       No sé, no sé. Te lo tienes que ganar.

-       No te hagas el interesante Styles que sé que te estás muriendo por dormir conmigo – dije empezando el habitual pique diario.

-       Puede – dijo con esa preciosa sonrisa que me volvía loca.

-       ¿Qué planes tenemos para hoy? – pregunté.

-       Pues la verdad no lo sé pero lo primero es levantarse y darse una ducha. – dijo con una sonrisa en la cara.

-       No quiero, no puedes obligarme - dije volviéndome a tumbar.

-       Si que puedo, mira. – dijo cogiéndome en brazos y echándome al hombro como una saco de patatas.

-       Bájame – grité dando puñetazos en su espalda.

-       Mmmmm no – dijo llevándome al baño.

Entramos en el baño aún que intenté resistirme. Se sacó el móvil del bolsillo y entró en la ducha.

-       No Harry no. – dije desesperadamente.

-       Lo siento pero hay que despertarse. – dijo abriendo la ducha y calándonos a los dos que aún llevábamos la ropa.

-       Te mato – dije gritando.

Harry cerró el grifo y me bajó.

-       Bueno el primer paso ya está dado – dijo el rizos con una sonrisa de satisfacción en los labios - ¿Nos duchamos juntos?

-       Fuera Styles – dije gritando – esta me la pagas.

-       Vale, date prisa que te estamos esperando todos fuera. – dijo saliendo del baño.

Era un chico increíble, en cualquier momento lo mataba pero al final sus locuras son lo que más me gustan de él.

*NARRA NICKI*

Me desperté y era demasiado pronto como para que nadie estuviese aún en pie después de la hora a la que nos acostamos ayer.

Intenté volver a dormir pero me fue completamente imposible. Una vez que me despertaba era incapaz de volver a conciliar el sueño.

Decidí que dando vueltas en la cama solo estaba haciendo el tonto y perdiendo el tiempo así que me vestí con esto:

Era mi vestido de marinerita y me encantaba. Cogí mi cámara de fotos y mi móvil y salí a la calle.

Me fui directa a la playa por que no tenía hambre y no paré a desayunar. El paisaje de la playa era precioso, me había dado cuenta ayer cuando estaba con los chicos y me apetecía mucho salir a dar una vuelta y a hacer algunas fotos.

Hice muchas pero sin duda la que más me gustó fue esta:

Era una foto muy simple pero a la vez era perfecta y definía todo lo que yo estaba sintiendo en estos momentos.

Definía las ganas de gritar al mundo que estaba enamorada pero solo era capaz de hacerlo escribiéndolo y con la seguridad de que en cuanto viniese una ola se borraría sin dejar ninguna prueba que pudiese demostrar que lo estaba.

A la vez también mostraba un deseo. De pequeña siempre me habían dicho que si escribías un deseo en la arena de la playa y una ola borraba tu deseo escrito y se lo llevaba con ella al mar, se cumplía.

No es que la palabra amor fuese ningún deseo concreto pero era una especie de petición al mar.

Me vino un recuerdo a la cabeza de cuando mis padres y yo nos íbamos de vacaciones en verano a Blackpool. Me acuerdo de ir corriendo al mar cuando llegábamos y de meter los pies en el agua.

Fue un impulso inconsciente. Me quité las zapatillas y el vestido y los dejé más arriba junto con la cámara de fotos, por suerte me había puesto el bikini debajo, y metí los pies en el agua.

Fue como volver a mi niñez. Una sensación de libertad impresionante invadió mi cuerpo. Por unos instantes me sentí dueña de mi vida y sentí que podía con todo, pero esa sensación se desvaneció cuando escuché mi nombre pronunciado por una voz conocida, quizá demasiado.

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Hola chicas. Hoy tardó nada y menos porque tengo cosas que hacer. Comentad y votad y seguid el blog. Pregunta para Dream Rose ¿como te llamas para poder dirigirme a ti? 

Nada más. Espero que disfruteis del capi por que tardaré en subir tengo que hacer tres trabajos y no he empezado.

KISSES